PRO-VIDA
1. El término "terapéutico" es utilizado con el fin de confundir
"Terapia"
significa curar y en este caso el aborto no cura
nada. Actualmente, la ciencia médica garantiza que
prácticamente no hay circunstancias en la cual se
deba optar ente la vida de la madre o la del hijo.
Ese conflicto pertence a la historia de la obstetricia.
Ya en 1951, el Congreso de Cirujanos del American
College dijo que "todo el que hace un aborto
terapéutico o ignora los métodos modernos para tratar
las complicaciones de un embarazo o no quiere tomarse
el tiempo para usarlos" . El temido caso de
los embarazos "ectópicos" o que progresan
fuera del útero materno están siendo manejados médicamente
cada vez con mayor facilidad. Por otro lado, el
código de ética médica señala que en el caso de
complicaciones en el embarazo deben hacerse los
esfuerzos proporcionados para salvar a madre e hijo
y nunca tener como salida la muerte premeditada
de uno de ellos.
2. No al aborto por violación
En primer lugar los embarazos que
siguen a una violación son extremadamente raros por varias causas. Por ejemplo, las disfunciones
sexuales en los violadores, cuya tasa es extremadamente
alta. En tres estudios se ha constatado que el 39,
el 48 y el 54% de las mujeres víctimas del ataque
no habían quedado expuestas al esperma durante la
violación.
En otro estudio se comprobó que el 51% de los violadores
experimentaron disfunciones que no les permitieron
terminar el acto sexual. Otra causa por la que son
extremadamente raros los embarazos por violación:
la total o temporal infertilidad de la víctima.
La víctima puede ser naturalmente estéril; puede
ser muy joven o muy vieja, puede estar ya embarazada
o puede haber otras razones naturales.
La víctima puede estar tomando anticonceptivos,
tener un DIU o ligadura de trompas, el 20% se situaba
en esta categoría. Así, sólo una minoría de las
víctimas tienen un potencial de fertilidad. Además
de la infertilidad natural, algunas víctimas están
protegidas del embarazo por lo que se ha llamado
stress de infertilidad; una forma de infertilidad
temporal como reacción al stress extremo.
Así, procurar una legislación en base a una excepción en vez de una regla es totalmente irracional desde el punto de vista jurídico. Es obvio que el espantoso crimen de la violación es utilizado para sensibilizar al público en favor del aborto, al presentar al fruto inocente de una posible concepción brutal como un agresor. Es claro que la mujer ha sufrido una primera espantosa agresión, la de la violación. Presentar el aborto como una "solución" es decir que un veneno hay que combatirlo aplicando otro.
El
aborto no va a quitar ningún dolor físico o psicológico
producido en una violación. Al contrario, le va
a agregar las complicaciones físicas y psíquicas
que ya el aborto tiene de por sí.Por otro lado,
el fruto de este acto violento es un niño inocente,
que no carga para nada con la brutal decisión
de su padre genético. Finalmente,
el argumento más importante, es que el aborto
por violación no es siquiera aceptado por sus
verdaderas víctimas, las mujeres violadas. Pueden
leerse estos duros pero reveladores testimonios .
3. No al aborto eugenésico
Este principio, se basa en el falso postulado de que "los lindos y sanos" son quienes deben establecer el criterio de valor de cuándo una vida vale o no. Con ese criterio, tendríamos motivo suficiente para matar a los minusválidos ya nacidos.
Este principio, se basa en el falso postulado de que "los lindos y sanos" son quienes deben establecer el criterio de valor de cuándo una vida vale o no. Con ese criterio, tendríamos motivo suficiente para matar a los minusválidos ya nacidos.
Por otro lado, científicamente, las pruebas prenatales no tienen seguridad del 100% para determinar malformaciones o defectos. Por ejemplo, en el caso de la rubeola, revisando 15 estudios de importancia, se encontró que sólo el 16.5% de los nonatos tendrían defectos.
Por último, ¿Quién puede afirmar que los minusválidos no desean vivir? Una de las manifestaciones contra el aborto más impresionantes en el estado norteamericano de California fue la realizada por un numeroso grupo de minusválidos reunidos bajo un gran cartel: "Gracias mamá porque no me abortaste".
El Dr. Paul Cameron ha demostrado ante la Academia de Psicólogos Americanos que ho hay diferencia entre las personas normales y anormales en lo que concierne a satisfacción de la vida, actitud hacia el futuro y vulnerabilidad a la frustración. "Decir que estos niños disfrutarían menos de la vida es una opinión que carece de apoyo empírico teórico", dice el experto. Incluso son numerosos los testimonios de los padres de niños disminuidos física o mentalmente que manifiestan el amor y la alegría que esos hijos les han prodigado.
4. El aborto no se puede practicar por el "no deseo" de un niño
El "deseo" o "no deseo" no afecta en nada la dignidad y el valor intrínseco de una persona. El niño no es una "cosa" sobre cuyo valor puede decidir otro de acuerdo a su estado de ánimo. Por otro lado, el que una mujer no esté contenta con su embarazo durante los primeros meses no indica que esta misma mujer no vaya a amar a su bebé una vez nacido.
Se ha podido comprobar que en los países donde el aborto está legalizado, se incrementa la violencia de los padres sobre los niños, especialmente la de la madre sobre sus hijos aun cuando sean planificados y esperados. La respuesta a ésto es que cuando la mujer violenta su naturaleza y aborta, aumenta su potencialidad de violencia y contagia ésta a la sociedad, la cual se va haciendo insensible al amor, al dolor y a la ternura.
5. La mujer tiene derecho a decidir sobre su propio cuerpo
Pero no cuando el sentido común y
la ciencia moderna reconocen que en un embarazo
hay dos vidas y dos cuerpos. Mujer, según definición
de diccionario, es un "ser humano femenino".
Dado que el sexo se determina cromosómicamente en
la concepción, y más o menos la mitad de los que
son abortados son "seres humanos femeninos";
obviamente NO TODA MUJER TIENE DERECHO A CONTROLAR
SU PROPIO CUERPO.
6. Con la legalización del aborto se terminarían los abortos clandestinos
Las estadísticas en los países
"desarrollados" demuestran que esto
no es así. La legalización del aborto
lo convierte en un método que parece moralmente
aceptable y por tanto, como una opción posible que
no es igualmente considerada allí donde no es legal.
Pero dado que la gran mayoría de abortos no son por un motivo "sentimental", "terapéutico" o "eugenésico", sino por un embarazo considerado "vergonzoso", no es extraño que la mujer -especialmente si es adolescente o joven- busque igualmente métodos abortivos clandestinos por la sencilla razón de que una ley, aunque quite la pena legal, no quita la verguenza y el deseo de ocultamiento. Por otro lado, esta mentira se basa en el mito según el cual los abortos legales son más "seguros" que los clandestinos. Un ejemplo: Una investigación realizada en 1978 en Estados Unidos arrojó que sólo en las clínicas de Illlinois, se habían producido 12 muertes por abortos legales.
7. El aborto no tiene efectos colaterales
Las cifras desmienten esta afirmación. Después de un aborto legal, aumenta la esterilidad en un 10%, los abortos espontáneos también en un 10%, y los problemas emocionales suben del 9 al 59%. Además, hay complicaciones si los embarazos son consecutivos y la mujer tiene el factor RH negativo. Los embarazos extra-uterinos aumentan de un 0.5% a un 3.5%, y los partos prematuros de un 5% a un 15%. También pueden darse perforación del útero, coágulos sanguíneos en los pulmones, infección, y hepatitis producida por las tansfusiones, que podría ser fatal.
Además, cada vez más investigaciones tienden a confirmar una importante tesis médica: que la interrupción violenta del proceso de gestación mediante el aborto afecta las células de las mamas, haciéndolas sensiblemente más propensas al cáncer. Algunos partidarios del aborto incluso han llegado a plantear que el aborto es menos peligroso que un parto. Por otro lado, algunas mujeres tienen problemas emocionales y psicológicos inmediatamente después del aborto, otras los tienen muchos años después: se trata del Sindrome Post Aborto.
Las mujeres que lo padecen niegan y reprimen cualquier sentimiento negativo por un periodo promedio de al menos cinco años. Después surgen una variedad de síntomas, desde sudoraciones y palpitaciones hasta anorexia, alucinaciones y pesadillas. Los síntomas son sorprendentemente similares a los del Síndrome de tensión post traumático que sufrieron algunos veteranos, 10 años o más después de haber combatido en una guerra.
PRO-ELECCIÓN
1. Las consecuencias de la total penalización del aborto constituyen un grave problema de salud pública
Esto significa que muchas
mujeres mueren a consecuencia de abortos practicados de modo
ilegal y, por tanto, muchas veces insegura. Hace poco se me encogió el
corazón cuando vi por Internet el video de Citytv en el que una mujer
muere desangrada a causa de un aborto ilegal, en una calle del barrio 20
de Julio. En él se ve cuando la Fiscalía llega a hacer el levantamiento
del cadáver y presenta los testimonios de algunos testigos, quienes
afirman que la mujer salió de una casa donde practican abortos
clandestinos, tuvo una hemorragia que no la dejó seguir caminando ni
mantenerse en pie, y murió en la acera del barrio sin que nadie la
ayudara. Nunca supimos su nombre, y nadie reclamó el cuerpo.
Este tipo de muertes, que parecen no dolerle a nadie, constituyen el 17% de las muertes maternas. Para hacer peor aún la situación, muchas otras mujeres -no sabemos cuántas- se mueren no por abortos practicados en forma insegura, sino por la imposibilidad de practicarse un aborto oportuno para comenzar un tratamiento médico. El caso de Martha Zulay González en Pereira, quien morirá de cáncer por no haber podido iniciar la quimioterapia a tiempo, ya que tenía un mes de embarazo y no la dejaron abortar, no se registrará como una muerte por aborto ilegal. Ella morirá de cáncer y las estadísticas no mostrarán que los médicos habrían podido salvarla si el aborto fuera legal cuando se encuentra en peligro la vida de la mujer embarazada. Esperemos que su historia sea la última en la que una mujer es condenada a morir injustamente por la imposibilidad de abortar de manera legal.
Este tipo de muertes, que parecen no dolerle a nadie, constituyen el 17% de las muertes maternas. Para hacer peor aún la situación, muchas otras mujeres -no sabemos cuántas- se mueren no por abortos practicados en forma insegura, sino por la imposibilidad de practicarse un aborto oportuno para comenzar un tratamiento médico. El caso de Martha Zulay González en Pereira, quien morirá de cáncer por no haber podido iniciar la quimioterapia a tiempo, ya que tenía un mes de embarazo y no la dejaron abortar, no se registrará como una muerte por aborto ilegal. Ella morirá de cáncer y las estadísticas no mostrarán que los médicos habrían podido salvarla si el aborto fuera legal cuando se encuentra en peligro la vida de la mujer embarazada. Esperemos que su historia sea la última en la que una mujer es condenada a morir injustamente por la imposibilidad de abortar de manera legal.
2. Es un asunto de equidad de género
El embarazo es un fenómeno biológico que únicamente las mujeres
podemos experimentar y, por ende, sólo nosotras tendremos que enfrentar,
alguna vez, el dilema de interrumpir o no un embarazo. Según el Comité
de Naciones Unidas para la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer, la penalización de una práctica médica
que sólo necesitan las mujeres es una violación al derecho a la igualdad
y a la no discriminación por sexo. En otras palabras, los hombres nunca
se preocuparán porque un procedimiento médico que necesitan -en algunos
casos incluso para salvar su vida- sea prohibido por la ley penal.
Sabemos bien que hombres y mujeres no pueden ser exactamente iguales,
así que debemos buscar una manera de tener igualdad de derechos, que
tome en cuenta las diferencias entre unas y otros. Por ejemplo, ¿se ha
preguntado usted alguna vez qué pasaría si es víctima de una violación y
producto de ésta resulta en embarazo? Si usted es mujer, seguro que se
lo ha preguntado de manera nerviosa; si usted es hombre, se habrá dado
cuenta de que esa preocupación nunca le ha pasado por la cabeza.
3. Es una cuestion de justicia social
Abortar de manera segura y confidencial en un país donde el aborto es
un delito sin excepción es un lujo que el dinero puede pagar, o bien
comprando un billete a cualquier lugar donde la práctica no
esté penalizada, o pagándole a un médico privado dispuesto a hacerlo. Es
una realidad que quienes pagan el coste de la ilegalidad del aborto son
las mujeres de escasos recursos, las más vulnerables, las que viven en
zonas rurales, las que tienen menos acceso a la información, las más
jóvenes. Peor aún,
es también a las mujeres que viven en la pobreza a quienes les
diagnostican más frecuentemente enfermedades que junto con el embarazo
ponen en peligro sus vidas o gravísimas malformaciones fetales,
resultado de una mala nutrición o de vivir en ambientes malsanos. Las
adolescentes embarazadas son las que presentan más complicaciones
mortales al momento del parto, por no tener un cuerpo lo suficientemente
desarrollado para la maternidad.
En cualquier caso, no podemos negar que la penalización del aborto tiene efectos mucho más graves para ciertos grupos de mujeres que para otros. Esta es una de las razones por las que los servicios públicos de salud a deberían realizar el aborto a todas las mujeres que lo requieran.
En cualquier caso, no podemos negar que la penalización del aborto tiene efectos mucho más graves para ciertos grupos de mujeres que para otros. Esta es una de las razones por las que los servicios públicos de salud a deberían realizar el aborto a todas las mujeres que lo requieran.
4. La decisión de interrumpir un embarazo está íntimamente
relacionada con el ejercicio de la autonomía y las libertades
individuales
La primera y más importante de todas las consecuencias de la
autonomía y las libertades individuales consiste en que los asuntos que
atañen sólo a la persona debe decidirlos únicamente ella, pues de lo
contrario se le arrebataría su condición ética, se la reduciría a su
condición de objeto, se la cosificaría, se la convertiría en medio para
los fines que por fuera de ella otros eligen (el Estado, la Iglesia,
grupos de la sociedad civil organizada, la familia, etc.). La decisión de una mujer de interrumpir un embarazo no deseado,
decisión que tiene que ver con su integridad, es un asunto que sólo le
concierne a quien decide sobre su propio cuerpo. Razón tienen los grupos
de mujeres cuando gritan durante sus protestas «Ni de la Iglesia ni del
Estado, mi cuerpo es mío y yo decido».
5. La penalización del aborto no salva fetos, pero sí mata mujeres
Catalogar el aborto como un delito no ha demostrado persuadir a las
mujeres que quieren interrumpir un embarazo de no hacerlo. Cuando una
mujer se encuentra en una situación tan desesperada que prefiere
convertirse en delincuente antes que en madre, la pena anunciada no la convence de no abortar, sólo la obliga a acudir a
procedimientos inseguros que ponen en peligro su vida. Las mujeres
pueden llegar a usar ganchos de ropa, vidrios, líquido de frenos para
coches, veneno para ratas y muchas otras horrorosas opciones en medio de
su desesperación, sin importar qué tan peligroso pueda ser para ellas.
A quienes
les interese más salvar fetos que mujeres, que busquen una alternativa
más efectiva para lograr su propósito, pues la penalización del aborto
claramente no funciona.
6. Incluso en un escenario de total cubrimiento en educación sexual y
acceso a anticonceptivos, el aborto sigue siendo necesario para casos
extremos
Muchas personas me critican diciendo que todo el tiempo y energía que
gasto tratando de despenalizar el aborto debería usarlo en la
prevención de embarazos no deseados. Otros argumentan que antes de
despenalizar el aborto habría que pensar en castigar a los violadores. A
todos les respondo que en materia de derechos sexuales y reproductivos
no es lo uno o lo otro, sino lo uno y lo otro. ¿Quién dijo que teníamos
que escoger entre castigar a un violador y ofrecerle a la víctima la
posibilidad de interrumpir ese embarazo? Insisto: debemos apuntar a una
sociedad con total cubrimiento de educación sexual de calidad, total
acceso a anticonceptivos 100% eficaces y niveles nulos de violencia
sexual. Pero
incluso en esa sociedad ideal, sigue siendo necesario el aborto legal
para casos que no pueden prevenirse con educación o anticonceptivos como el peligro para la vida o
salud de la mujer, graves malformaciones fetales que hagan imposible la
vida por fuera del útero materno y embarazo por causa de violación. Lo
he repetido mil veces pero lo hago una vez más: la despenalización
parcial del aborto no busca alcahuetear ni mucho menos promover la
irresponsabilidad sexual, sólo ofrecerles opciones a mujeres en
circunstancias extremas.
7. Ningún derecho es absoluto, ni siquiera los derechos de los no nacidos. Si es que los tienen...
La discusión sobre la titularidad de derechos de los no nacidos no se
ha zanjado. No es claro si el derecho a la vida empieza a predicarse a
partir del nacimiento (según el Código Civil, las personas comienzan a
existir jurídicamente al separarse del cuerpo de la madre), o desde un
momento anterior como la fecundación, la concepción, o el momento en que
se desarrolla el sistema nervioso en el feto. No se trata de esperar a
que la gran discusión de científicos, filósofos y teólogos sobre cuándo
comienza la vida humana tenga una respuesta satisfactoria para todos.
Simplemente, no creo que sea posible llegar a un consenso al respecto y
por eso no podemos esperar hasta que se pongan de acuerdo para
solucionar este problema. Lo importante, entonces, es entender que
incluso si admitiéramos que el no nacido tiene derechos, éstos no
podrían considerarse absolutos, pues ninguno de los derechos
fundamentales lo es. Todo derecho tiene como limitación los derechos de
los demás y deben, por tanto, ponderarse en cada caso los intereses
jurídicos en conflicto.
8. El abuso de un derecho no es razón suficiente para negar su reconocimiento
Uno de los argumentos que más me ofenden de quienes se oponen a la
despenalización parcial es el que desconoce el principio de la buena fe y
presume que todas las mujeres pretenderán haber sido violadas para
poder abortar. En primer lugar, me parece que el punto de partida es
reconocer que las mujeres ni desean abortar ni disfrutan con ello; cuando lo
hacen, se encuentran en circunstancias desesperadas y no ven otra salida
a su situación que interrumpir su embarazo, incluso si eso las
convierte en delincuentes. Por otra parte, es cierto que reconocer el
derecho de las mujeres a abortar en ciertas circunstancias implica el
posible abuso de ese derecho, pero eso mismo sucede con todos los
derechos y no por ello deben restringirse. El día en que una mujer denuncie falsamente una
violación para poder acceder a un aborto legal y seguro podrían ponerse
en marcha los mecanismos existentes para este tipo de abusos, como el
delito de falsa denuncia, pero no podemos decir que esa es razón para
negarle la posibilidad de abortar legalmente a la mujer que, en efecto,
fue víctima de una violación. Lo importante aquí es reconocer las
implicaciones de los derechos: la libertad de expresión nos permite a
todos decir lo que pensamos, y aunque algunos dicen muchas estupideces,
no por ello tenemos derecho a callarlos. El delito de falsa denuncia es
una de las medidas que ya existen y que pueden usarse para castigar los
casos de abuso identificados.
9. Dentro de una sociedad pluralista, donde se respeta la
libertad de culto, el aborto no puede ser un delito en todos los casos
Hace poco, en una conferencia organizada por un grupo de estudiantes
de la Universidad de los Andes, tuve la oportunidad de escuchar a un
rabino y me sorprendió su posición frente al aborto. Según nos contó,
cuando la vida de la mujer está en peligro, el aborto es una obligación
para la comunidad judía. En otras circunstancias el aborto es un
derecho, y se debate si el aborto por simple solicitud de la mujer es
prohibido o no. Conozco también un grupo de mujeres llamado Católicas
por el Derecho a Decidir que, aunque creyentes, critican la posición
oficial de la Iglesia católica y defienden su derecho al libre albedrío.
El dalái lama, se
mostró de acuerdo con el aborto cuando se practica para evitar
sufrimientos mayores. Como dice la
abogada feminista Ximena Castilla, una de las grandes diferencias entre
quienes defendemos la despenalización del aborto y quienes se oponen a
ella en cualquier circunstancia es que nosotros respetamos la decisión
individual, mientras que los otros quieren imponer su posición a los
demás. En otras palabras, la despenalización del aborto nunca implicará
la obligación de abortar a la mujer que no quiera hacerlo porque su
conciencia no se lo permite.
10. Porque la total penalización del aborto viola derechos fundamentales y es, por tanto, inconstitucional
En
conclusión, la total penalización del aborto viola los derechos
fundamentales a la dignidad, a la autonomía reproductiva y al libre
desarrollo de la personalidad, a la igualdad y a estar libre de
discriminación, a la vida, a la salud y a la integridad, a estar libre
de tratos crueles, inhumanos y degradantes, así como a la libertad de
cultos y de conciencia. Por esta misma razón no
podemos permitir que un tema tan importante para la vida de las mujeres
dependa de coyunturas políticas.
Quiero dar esta información a todos como una forma de mostrar mi gratitud al Dr. Water, quien me ayudó a tratar los problemas de infertilidad que mi esposo y yo estábamos sufriendo durante los últimos 8 años de nuestro matrimonio y ahora tengo 6 meses de embarazo. preparándonos para dar a luz a nuestro primer hijo. Este Doctor está dotado de manos curativas para erradicar enfermedades y dar solución a problemas. Trata cualquier problema de infertilidad basado en infertilidad primaria y secundaria, ovarios, fibromas únicos y múltiples, bloqueo de las trompas de Falopio, abortos espontáneos, infecciones, recuento bajo de espermatozoides, erección débil, eyaculación rápida y muchos más, incluidos VIH, herpes, artritis, diabetes, etc. en. Este es su contacto en Whatsapp: +2349050205019, usa raíces y hierbas naturales para curar enfermedades, y puede enviar sus medicinas a cualquier país del mundo. También puede enviarle un correo electrónico a drwaterhivcurecentre@gmail.com
ResponderEliminar