De las encuestas
realizadas y el grupo de discusión "informal", pueden sacarse una serie de análisis y conclusiones que
vamos a exponer a continuación:
En
primer lugar, cabe mencionar que entre el total de los encuestados (31
personas), el 64,5% son mujeres, por lo que existe una mayor presencia de la
opinión de mujeres en las encuestas que de hombres. Asimismo, poco más de un
87% se dedica exclusivamente a estudiar, de los cuales entendemos que casi en
su totalidad son universitarios, ya que las encuestas han sido pasadas tanto en
la cafetería de la facultad de Trabajo Social como en el hall de la facultad de
Ciencias Políticas y Sociología. En cuanto a la clase social, encontramos
cierta dispersión (se presentan encuestados en todas las clases mencionadas),
aunque hay mayor concentración de encuestados entre las clases media baja y
media media (32,3% y 45,2%, respectivamente).
Queríamos saber
hasta qué punto la religión influía en la opinión que pudieran
tener la población sobre el aborto, su legislación y las
consecuencias del mismo. Para ello, escogimos distintas variables en
las que se describían supuestos tanto desde una visión provida como
proelección, donde se pedía posicionarse respecto a estos supuestos
(muy de acuerdo, bastante de acuerdo, etc), y las correlacionamos (a
estas variables) con la variable religión (¿cómo se considera
usted en materia religiosa?). Sin embargo, la conclusión fue la
inexistencia de correlación e, incluso, que la única persona que se
posicionaba claramente hacia la visión provida, era atea. Así pues,
debemos concluir que, basándonos en los datos obtenidos, no parece
que la religión sea un factor muy influyente a la hora de crear
opiniones con respecto al aborto (al menos no en el grupo de jóvenes
encuestados, ya que en otros sectores sociales puede tener mayor
relevancia).
Para responder al
objetivo tres marcado al comienzo de nuestra investigación, donde
pretendíamos comparar si los discursos mediáticos existentes
influían en los ciudadanos a la hora de elaborar sus propias
opiniones sobre el aborto y su legislación, introdujimos una serie
de preguntas sobre el nivel de información que decían tener las
personas encuestadas y la procedencia de esa información (es decir,
a partir de quién o quiénes conocían información acerca del
aborto y de otros temas en general). En principio, un total del 87,1%
de estas se consideran personas muy o bastantes informadas sobre la
actualidad. De la totalidad de los encuestados, un 58%
aproximadamente afirmaba utilizar los periódicos digitales para
mantenerse informado. Sin embargo, no es éste el medio más
utilizado por los encuestados para estar informados, sino que la
televisión (67,7%) y los documentales (61,3%) son los recursos más
utilizados para estar al tanto de lo que ocurre en la actualidad.
Asimismo,
preguntábamos también cuáles eran los medios desde los que habían
recibido información acerca del aborto, a lo que un 32,3 % respondió
“los medios de comunicación”, siendo la televisión la más
nombrada. La escuela e Internet también cobran relevancia en esta
pregunta al mantener el mismo porcentaje que los medios de
comunicación. Le siguen las campañas de concienciación/información
en un 29,0% y, por último, los amigos y la familia compartiendo
también el mismo porcentaje (25,8%).
Si tenemos en cuenta
los datos cuantitativos sacados de los cuestionarios, podemos decir
que la influencia de los medios en la opinión de los ciudadanos no
es significativa. Sin embargo, al echar un vistazo al debate del
grupo de discusión, vemos cómo algunos participantes tienen
opiniones radicalizadas sobre el aborto. Por ejemplo, el chico que
comenta reiteradamente que muchas niñas utilizan la práctica
abortiva como método anticonceptivo, sin ningún tipo de
responsabilidad ni conciencia a la hora de llevarla a cabo. No
obstante, los compañeros preguntaban de dónde había sacado esa
información y el chico parecía no tener datos reales, sólo
estimaciones (que, tras haber realizado un análisis sobre el
discurso mediático en este aspecto, habrán sido sacadas de
posiciones provida).
Más de la mitad de
los encuestados está a favor del aborto, mientras que el 3,2% está
en contra (1 persona). No obstante, el 41,9% de los individuos no
presentan posturas extremas, sino que suelen posicionarse en medio,
es decir, que están a favor del aborto pero dependiendo de la
situación.
Entre los
componentes del grupo de discusión, todos afirmaban estar a favor
del aborto, aunque muchos de ellos también hablaban de ciertos
límites, que debía tenerse en cuenta la situación de la embarazada
y la necesidad de inversión en educación sexual.
Dentro del 96,7% de los encuestados a favor, el 74,2% lo estaría en los casos de
violación y riesgo de la madre y del hijo, mientras que un 32,3%
estaría a favor de abortar si el hijo fuera a nacer con alguna
discapacidad, siendo mayor el porcentaje de personas que esta opción
no la tendrían en cuenta a la hora de permitir el aborto (67,7%).
Cabe mencionar la
aportación de alguno de los participantes en el grupo de discusión
en cuanto a el tema de tener hijos con discapacidad. Algunos hablaban
de casos cercanos en los que padres de hijos con discapacidad
defendían la posibilidad de abortar si se sabía que nacerían con
deficiencia psíquica o física. Otros, y he aquí lo más
interesante, añadían que, en caso de prohibirse (tal y como
pretende la reforma), el Estado debería de ayudar a través de
ayudas más significativas (que las que ya se dan) a las familias que
se encontraran en esta situación, permitiendo a los miembros de esa
familia a llevar una vida más digna e independiente.
El 74,2% tendría el
hijo aunque no tuviera recursos económicos. Esta declaración es
interesante puesto que la mayoría de los encuestados está a favor
del aborto y, aun así, no lo practicarían aunque no tuvieran la
seguridad de poder mantener a su hijo económicamente. Esto puede
deberse a la ayuda que presta la familia en países como España,
pues es un soporte auxiliar cuando el Estado no cubre las
necesidades.
Ante un embarazo no
deseado los encuestados elegirían como solución mayoritaria
interrumpir el embarazo (64,5%), seguido de dar al nacido en adopción
(16,1%). Las tres principales justificaciones que dan los encuestados
en caso de decidir abortar son: “no es el mejor momento” (32,5%),
“no podría mantenerlo económicamente” (25,8%) y “tengo un
gran futuro por delante y un bebé me condicionaría totalmente”
(16,1%). Ante estos resultados, cabe tener en cuenta a la hora de
sacar conclusiones que todos son estudiantes y, por tanto, están
inmersos en una etapa de su vida de formación sin estabilidad
laboral ni económica. Asimismo, suponemos, la mayoría se encuentra
en una situación económicamente dependiente de su unidad familiar.
Introdujimos en la
encuesta, además, una pregunta acerca del tiempo permitido para
practicar un aborto. La mayoría de los encuestados opinó que entre
el segundo y cuarto mes. Sin embargo, en el grupo de discusión
“informal” esta cuestión era un punto de debate central y
también de confusión, ya que los componentes se contradecían entre
sí: en un principio, cada uno daba una su opinión (abortar sin
ningún tipo de limíte de tiempo, aborto hasta que latiera el
corazón del feto, hasta que “las madres sintieran algo dentro”...)
y tras escuchar las del resto, había quienes se retractaban de su
primera visión para acogerse a otras. Finalmente, pese a no haber un
gran acuerdo en cuanto a cuál era el momento límite para permitir
el aborto (que, por otra parte, tampoco se ha conseguido en el ámbito
científico-médico), todos aceptaron que era una cuestión
controvertida de difícil conciliación.
En cuanto a las
cuestiones sobre la reforma laboral, casi la mitad de los encuestados
no está nada de acuerdo con volver al sistema de supuestos, están
nada de acuerdo o poco de acuerdo con que el supuesto eugenésico sea
eliminado y están nada o poco de acuerdo con que no se deje abortar
a menores (54,8%), aunque existe un 22,6% a la que le parece bien la
eliminación de esta posibilidad. Más de la mitad está muy de
acuerdo con el aborto en situaciones de violación o riesgo de la
madre.
Además, las
consecuencias más probables con la aplicación de la reforma de la
ley de aborto serán, según los encuestados, el aumento del aborto
clandestino (71%), el aumento del turismo abortivo (51,6%) y aumento
de las familias desestructuradas (51,6%). Sin embargo, un aumento
del consumo de la píldora del día después como método
anticonceptivo es una cuestión controvertida entre los encuestados,
ya que los porcentajes se encuentran más igualados. Que se produzca
un aumento del abandono infantil no lo toman como una consecuencia
muy relevante.
En el grupo de
discusión, el aumento del aborto ilegal (“el mercado negro”,
como denominaban algunos) era una consecuencia que probablemente se
diera si se aplica la reforma, además de un aumento de madres que
vayan a dar en adopción al bebé. También se habló de la
posibilidad de que el aborto estuviera marcado por la desigualdad,
esto es, que las mujeres ricas tuvieran mayor facilidad para abortar
que las pobres.
Por último, el
desacuerdo con que se aplique la reforma del aborto a la legislación
actual es mayoritario: un 67,7% está en contra de la reforma
mientras que un 3,2% está a favor de los encuestados, un hombre.
Cuando se preguntó
si estaban o no de acuerdo con la reforma de Gallardón, la totalidad
de los componentes dijo claramente que estaban en contra. Además, la
mayoría opinaba que, de aplicarse, sería una ley muy retrógrada.
Como conclusión podemos decir que la primera hipótesis que nos marcamos (la mayoría de los alumnos no están de acuerdo con la restricción en la legislación del aborto que pretende llevarse a cabo a través de la reforma de la ley Orgánica 2/2010) se cumple completamente, incluso en un porcentaje mayor al esperado.
Sin embargo, la segunda hipótesis (los discursos mediáticos radicalizan las opiniones reales de los ciudadanos sobre la temática) no se ratifica al 100%, ya que a pesar de que en algunos casos esa influencia sí sea significativa, no todos cumplen esta premisa.
Que el aborto ilegal aumente si se aplica la reforma de ley es una cuestión que se puso en debate a través del grupo de discusión y que parece que, la mayoría del alumnado encuestado, tiene en cuenta a la hora de reflexionar sobre las repercusiones de la pretendida ley. No obstante, los alumnos no son tan conscientes de la idea de turismo abortivo, aunque en el grupo de discusión una chica apuntó la posibilidad de desigualdad a la hora de abortar "clandestinamente" y, entendemos, que por tanto, tendría repercusiones en el aumento del turismo abortivo.
Para cerrar la investigación, finalmente, reiteramos la clara gran oposición hacia la supuesta reforma de ley del equipo de Gallardón sobre la interrupción voluntaria del embarazo, así como la aceptación de la práctica abortiva como un derecho inapelable de la mujer (y su pareja).
*Tablas más relevantes:
Aborto
si o no
|
|||||
Frecuencia
|
Porcentaje
|
Porcentaje
válido
|
Porcentaje
acumulado
|
||
Válidos
|
A
favor
|
17
|
54.8
|
54.8
|
54.8
|
En
contra
|
1
|
3.2
|
3.2
|
58.1
|
|
Depende
de la situación
|
13
|
41.9
|
41.9
|
100.0
|
|
Total
|
31
|
100.0
|
100.0
|
Reforma
Si o no
|
|||||
Frecuencia
|
Porcentaje
|
Porcentaje
válido
|
Porcentaje
acumulado
|
||
Válidos
|
Sí
|
1
|
3.2
|
3.2
|
3.2
|
No
|
20
|
64.5
|
64.5
|
67.7
|
|
Depende de la situación
|
8
|
25.8
|
25.8
|
93.5
|
|
NS/NC
|
2
|
6.5
|
6.5
|
100.0
|
|
Total
|
31
|
100.0
|
100.0
|
Me parece que sería una buena idea no tomar solo la opinión femenina, ya que solo se percibe como que ella es víctima y tiene el pleno derecho sobre su cuerpo, aunque después mencionen que ese bebe no es parte de ellas, por lo cual creo pertinente que también se tome en cuenta la opinión del padre si este está disponible, es decir, obviando los casos de violación y causa de muerte para la madre, ya que en verdad, ninguna mujer puede concebir sola, necesita el ADN masculino para la procreación, por lo mismo creo que si ella desea abortar y el conservar al bebe se deberían tomar las medidas necesarias, como condicionarlo a mantener al bebe y que ella no tenga un acercamiento a este (ya que lo quiso matar al abortar) mientras que por el caso contrario, si ella lo desea tener y el no, alejarlo de la madre y el infante por ser un posible riesgo, desde luego refinar más esa estructura de leyes a favor de ambos, pero siempre tomando en cuenta la opinión de los dos, ya que, insisto, un bebe no se clona de la madre, se necesitan 2.
ResponderEliminarUna lástima de estudio...31 personas no representa una muestra seria, y sobre todo tomando una muestra homogenea de personas.
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